
Comenzar a cantar puede ser una experiencia emocionante, pero también intimidante. Muchos sienten que su voz no es «lo suficientemente buena» o temen no alcanzar ciertas notas. Sin embargo, el primer paso para superar estos miedos es entender que el canto es un viaje personal, no una competencia. Tu voz es única, y aprender a valorarla es la clave para disfrutar del proceso.
Uno de los mayores desafíos para los principiantes es enfrentarse al juicio, tanto propio como ajeno. Pero digamos cuál es la verdad: nadie nace sabiendo cantar. Incluso los grandes artistas comenzaron dando pequeños pasos. Lo importante es permitirte experimentar, sin preocuparte por «hacerlo perfecto». Comenzar explorando tu rango vocal en un espacio seguro, como tu casa, donde puedas sentirte libre de juzgarte, y luego en las clases, en donde tu profe quiere ayudarte a que crezcas vocalmente y descubras todo lo que podés hacer, ese es el mejor comienzo.
Además, establecer hábitos simples puede marcar una gran diferencia. Antes de cantar, realiza ejercicios de calentamiento vocal para preparar tus cuerdas vocales y evitar tensiones o lesiones. Practicar respiraciones acordes a tus necesidades para conectar con el control del aire es fundamental para un buen manejo vocal. Y recordá que la técnica no tiene que ser abrumadora al principio; con unos pocos ejercicios básicos, empezarás a notar cambios positivos.
Otra clave es elegir canciones que te inspiren y se adapten a tu nivel actual. Opta por temas que te hagan sentir comodidad tanto física como emocional, y te permitan concentrarte en disfrutar el canto, en lugar de preocuparte por alcanzar notas imposibles. A medida que avances, podrás enfrentar nuevos desafíos y explorar géneros distintos, pero el objetivo inicial es construir confianza.
Por último, sé amable con vos y con tu voz. Cantar no es solo un acto técnico; es una forma de expresar emociones y conectar con otros. Permitite disfrutar de la magia de tus primeras notas, porque ellas marcarán el comienzo de un camino lleno de descubrimientos y crecimiento. Y recordá: la voz es un músculo que se entrena con paciencia, dedicación y amor. ¡Atrevete a cantar y disfruta el viaje!
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Mi nombre es Mariana Vaquero. Nací en Buenos Aires, en 1983. Soy cantante, profesora de canto y de lenguaje musical.
Desde temprana edad tomé contacto con el mundo musical. A los seis años comencé mis estudios de piano, y desde entonces estuve constantemente ligada a la música.